Crónica XI INTEGRAL DE LA CABRA.

Por parte del club participaron dos miembros, José Antonio Martínez Vicente, con un tiempo de 4,33 y  Nicolás Gabarrón Blaya, 4,42, siento el primer cadete en cruzar la meta. A continuación una crónica de Nicolás.

La carrera comenzaba 10 minutos después de lo dicho, que era a las 8:30H, ya que se necesitaba el OK de Guardia Civil de Tráfico. Una vez estos dieron el OK se lanzó la carrera, y con muchísimas ganas y nervios, 500 ciclistas salimos a por esos 80 KM con 2400 Metros de desnivel.

Los primeros KM se realizaban a un gran ritmo, causa de dichos nervios, aún así, el principio de la carrera era un “circuito” de Rally el cual te enlazaba con la subida al Pico del Águila, primer puerto de esta bonita marcha.

Yo iba controlando muy muy bien mis pulsaciones, ya que una carrera de dicha dureza hay que regularse lo mejor posible para “no petar”.

Empecé a subir el Pico del Águila a un ritmo constante, sin obsesionarme con la velocidad media, sino con las pulsaciones. Coroné el Pico del Águila con 1:15 Horas. Comenzamos un bonito descenso entre lo que parecía una fusión de pista forestal y cortafuegos, algo técnico pero nada del otro mundo.

Empezaba una pista forestal de sube y bajas, algunos más largos que otros pero bueno, una vez hecho esto, desembocamos en una senda muy chula, algo técnica, pero sin duda, muy muy divertida.

Salimos a Tierras Rojas, pista forestal que te lleva al Pico del Relojero, y aquí cambié el chip. Notaba como las piernas funcionaban y dije, vamos a subir el ritmo, y empecé a adelantar gente, un poco con miedo debido que aún quedaba más de la mitad de la marcha, un recorrido plagado de subidas y bajadas muy técnicas, y no era cuestión de desfondarse. Aún así, subí el ritmo y iba increíblemente cómodo. Una vez coronado Pico del Relojero, a 583 M de altura, comenzamos una bajada técnica de roca, una subida bastante inclinada, y otra vez bajada, esta vez ya tocaba algo de sendas, exactamente Senda Quebrada. Pedazo de senda. Qué preciosidad. Ahora sí, bastante técnica. Al paso por esta senda, destacar la amabilidad de senderistas que habían en ese momento practicando su deporte, y que cada vez que oían un ciclista se apartaban lo máximo posible para no entonpecernos.

Volvimos a desembocar en una pista forestal que nos ponía rumbo a Senda Bonita, una senda que como su nombre dice es muy bonita. Destacar de esta senda su alto nivel técnico sobre todo el la parte final, y aquí, cerca al KM  50 me notaba perfectamente bien y volví a apretar, bajando. Me sorprendí a mi mismo ya que había realizado esta senda con anterioridad antes de la Integral y no me recordaba bajando de esa manera.

Con una dosis exagerada de adrenalina y emoción, encaré la parte final de la Cabra, la parte del Garruchal.

Un desierto “pestosisimo” con la mala fama que se le atribuía por su gran dureza de repechos y cuestones interminables. Las 3 Marías y la Senda Peréz de los Nortes, más conocida como Las Hijap… era lo que más miedo me daba de este último tramo. Aún así, ya pegué el sprint final y adelantando cada vez a más corredores y viendo como los KM pasaban de una manera rápida, subía el ritmo hasta llegar a extremos de en algún repecho ¡¡¡ponerme a 199 pulsaciones!!!. Una auténtica burrada, pero que sin duda, mereció enormemente la pena.

Realicé esta edición de la Integral de la Cabra en 4:42:59 Horas, a una velocidad media de 17Km/h, una media asombrosa para mí.

Respecto a la clasificación, al ser un reto no competitivo, no le dan importancia, ya que todos los corredores reciben lo mismo, una medalla de Finisher, pero te dicen en qué puesto quedas a modo de información. Yo quedé el 109 de 468 que finalizaron la prueba, y de mi categoría cadete, primero.

Sin duda, al año que viene si hay suerte y entro en el sorteo otra vez, repito.

14859893_1408585425822718_7351539014527618496_o IMG_8201 perfil_2016


Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *